Me he pasado más de media vida pintando, y, hete aquí que voy encontrando óleos muy queridos en archivos de fotografía.
Creo recordar cuándo lo pinté, pues siempre he sido muy leal a las personas que han trabajado conmigo y han ocupado un tiempo en mi vida.
Esta obra de colores cálidos y de claro estilo mediterráneo esgrime una actitud triste en la modelo, y no era ella, sino yo, quien en aquél entonces, no sentía mas que el vértigo de aquél momento que nos ha traído hasta aquí...
No sé cuándo el arte occidental morirá destruido en el recuerdo de unos archivos digitales... Como todo artista, esperamos que la obra nos releve en nuestra ausencia, pero... ¿será la ausencia del mundo que me enamoró? ¿Será Occidente la que quede reducida a cenizas? Cada Mármol, cada libro, cada Catedral, cada Sinagoga, cada sinfonía... cada pintura preservada por siglos...
Por alguna razón, esa mujer sigue triste, y lo estará siempre...
Francisco Sanchis Cortés