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                                            "Luces y sombras de un alma que camina sola"
 
Valencia, el 30 de abril de 1969. Francisco nace en el seno de una familia donde el aroma de las artes, la música y la cultura estaban por todas partes.


Alfredo Sanchis Cortés, un hombre disciplinado, le inculcó la responsabilidad, el sacrificio y el amor a la música. Mientras dibujaba, escuchó a Mozart, Bach, Beethoven ... su pasión acercándose más y más a Wagner y Bruckner.

Las lecturas diarias enriquecieron su pensamiento crítico, que convirtió en palabras en sus ensayos más adelante, cuando colaboró ​​con varias revistas culturales.

Catalina Cortés Albertí, junto con su esposo, le inculcó la moral y una sensibilidad única que pronto sería llevada a sus pinturas.


Innumerables horas de rigurosa anatomía, composición, teoría del color y estudio de proporciones, ayudado por su conocimiento masivo de ópera, compositores, ballet, piezas musicales ... y una mente inquieta que nunca deja de aprender, dotada de una imaginación desbordante que, de vez en cuando, se come su energía. Lo que sea necesario por el arte, la belleza, los sueños y la música.

Imágenes que representan a héroes, mujeres hermosas, caballos llenos de vida ... y, sin embargo, dragones, monstruos de pesadilla y escenas sombrías y llenas de escenas destrozadas, son gritadas por el alma del pintor mientras escucha voces y música compuestas para ser escuchadas.


La soledad, el sacrificio y el aislamiento social debido a la incomprensión ... No es nada que muchos artistas, que luchan por traducir lo que llevan dentro, sin importar las tendencias y las teorías fugaces, nunca hayan sentido.

Gracias a Francisco es posible experimentar la perfección de Leonardo, el valenciano José de Ribera, el "tenebrismo de El Espagnoletto", un simbolismo prerrafaelista que nos recuerda a Dante Gabriel Rossetti, el romanticismo metafísico que nos recuerda a Caspar David Friedrich, el sol mediterráneo de Sorolla y el realismo de Edward Hopper.

El pintor, sin embargo, nos muestra un estilo propio que, a pesar de que se basa en maestros que vivieron en el pasado y aún así despliega una nueva dimensión presente, que apunta a diferentes direcciones en cuanto a la historia del arte del siglo XXI.

Estas son la luces y la sombras de alguien que se destaca del resto: un solo ser que interactúa con el mundo exterior a través de sus obras. Solo una forma de transmitir sus sueños a un público que no se dejará indiferente.



Estela Boal Cerezo

Estela Boal Cerezo es una artista plástica e intérprete musical, nacida en Segovia y adoptada por Arandina. Hija del también pintor Higinio Boal García (DEP). Estudió Viola y Piano en el Conservatorio de Valladolid. Su pintura, de carácter figurativo y con un simbolismo original, ha derivado principalmente hacia el género del retrato.
Utiliza diferentes técnicas como pastel, óleo, acuarela, acrílico, gouache con tinta. Siendo la observación de la naturaleza y de las figuras su referencia en este largo aprendizaje que es el arte.
Directora de la Galería Artári.

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